miércoles, 22 de marzo de 2023

Día mundial del agua 2023: acelerar el cambio

 El Día Mundial del Agua es una celebración anual que se lleva a cabo cada 22 de marzo y fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, con el objetivo de concienciar sobre la importancia del agua dulce y la gestión sostenible de este importante recurso. Cada año, el Día Mundial del Agua se centra en un tema específico relacionado con el agua. Este año se centra en Acelerar el cambio,  con el objetivo de que la población reflexione sobre los desafíos y oportunidades en la gestión del agua. Este día también se utiliza para concienciar sobre los desafíos que enfrenta el planeta en cuanto a la gestión del agua, como la escasez de agua, la contaminación del agua y el cambio climático y para que la sociedad civil, los tomadores de decisiones, gobiernos y demás involucrados se involucren en el cuidado del agua y los ecosistemas que regulan su ciclo.

Laguna grande del Cuyabeno.

Si bien a nivel mundial hay avances importantes en cuanto al acceso al agua, millones de personas todavía sufren por contar con agua segura cada día, y Ecuador no es la excepción. Según datos del ARCA, en el año 2020, la cobertura promedio de agua potable fue de 79,28% (66-8% dependiendo de la zona) Por lo que para acelerar el cambio para mejorar la gestión y cobertura del agua, todavía queda un largo camino por recorrer, y quisiera compartir algunos de los desafíos que se deben considerar para su gestión.

1.-  Sequías e inundaciones: En el escenario actual, el cambio climático puede intensificar los eventos climáticos extremos, como las sequías e inundaciones, lo que puede afectar directamente la disponibilidad de agua para las comunidades y la agricultura. En Ecuador, el cambio climático puede aumentar la frecuencia e intensidad de estos eventos, lo que puede tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria y la economía del país. Las recientes lluvias han demostrado la alta vulnerabilidad de la infraestructura del país para soportar lluvias intensas, con destrucción de carreteras, puentes, viviendas y las pérdidas económicas y de vidas que esto ocasiona. 

Áreas susceptibles de inundación en el Ecuador. Fuente: MAATE

2.- Degradación de los ecosistemas acuáticos: El cambio climático y la alta presión (contaminación, deforestación, ampliación de la frontera agrícola, minería, etc), a la que están sometidos los ecosistemas acuáticos también afectan la calidad del agua y la salud de los ecosistemas acuáticos en Ecuador. Las altas temperaturas pueden aumentar la proliferación de algas tóxicas y bacterias dañinas en los cuerpos de agua, lo que puede ser perjudicial para la salud humana y la biodiversidad. Además, la deforestación y la degradación del suelo pueden contribuir a la erosión del suelo y la sedimentación de los ríos, lo que puede afectar la calidad del agua y la vida acuática. Existen ejemplos claros de esta problemática a nivel nacional que complica una gestión adecuada de los recursos hídricos. 

Relave minero en Zaruma.

3.- Limitada coordinación y cooperación: En Ecuador persiste este desafío con una escasa cooperación y coordinación entre los diferentes actores involucrados en la gestión del agua en los diferentes niveles de gobierno. La gestión del agua implica a múltiples actores, como gobiernos locales, empresas, comunidades y organizaciones no gubernamentales. La falta de coordinación y cooperación entre estos actores puede dificultar la implementación de políticas y proyectos relacionados con la gestión del agua. La ley de recursos hídricos aprobada en 2008 no ha logrado concretar sus objetivos y ya se trabaja en una reforma que se está discutiendo en la actualidad, reflejando esta falta de cooperación para poner a funcionar temas claves como el caudal ecológico, la revisión de las autorizaciones de uso del agua o la mejora en la gestión de los sistemas de riego y agua para consumo humano. 

4.- Financiamiento: A pesar de las grandes inversiones desarrolladas en la década anterior. El sector de agua y saneamiento todavía mantiene un desafío en la falta de financiamiento para proyectos relacionados con la gestión del agua, si bien la cobertura de servicio de agua potable ha mejorado en Ecuador, temas como el financiamiento de plantas de tratamiento de aguas residuales todavía no se logra corregir a la escala deseada. La inversión en proyectos de gestión del agua es clave para asegurar un suministro de agua adecuado y sostenible a largo plazo. Sin embargo, la falta de recursos financieros es uno de los principales obstáculos para la implementación de proyectos de gestión del agua en Ecuador y sobre todo asegurar a largo plazo el financiamiento para operar y mantener sistemas que pueden ser costosos en el tiempo. 

5.- Uso eficiente del agua: Para abordar este desafío, se necesitan políticas y estrategias adecuadas para la gestión del agua, incluyendo la implementación de tecnologías y sistemas eficientes de riego, la promoción de prácticas de conservación del agua y la construcción de infraestructuras como presas y sistemas de almacenamiento que consideren la condiciones socio ambientales de cada región. Además, es importante fomentar la educación y conciencia sobre el uso responsable del agua entre la población. Adicionalmente, se requiere fortalecer los sistemas de monitoreo de la calidad y cantidad de agua a todo nivel para poder realizar una gestión adecuada del recurso con información de primera mano y actualizada. 

6.- Innovación e infraestructura: La falta de infraestructura y tecnología adecuadas para la gestión del agua es otro desafío importante en Ecuador. La mayoría de las comunidades rurales y algunas urbanas carecen de acceso a infraestructuras básicas de agua, como sistemas de tratamiento de agua potable y alcantarillado. Para abordar este desafío, se necesitan inversiones en infraestructura y tecnología para la gestión del agua, como sistemas de tratamiento de aguas residuales, sistemas de riego eficientes y sistemas de recolección y almacenamiento de agua de lluvia. Además, es importante promover la colaboración y la coordinación entre diferentes actores involucrados en la gestión del agua. 

Sin duda, acelerar el cambio a todo nivel es necesario para que la gestión del agua mejore en Ecuador y el mundo. Abordar los diversos desafíos y retos pendientes por solucionar requerirá un compromiso de todos los actores sociales e institucionales. Llamar a la acción parece obvio, sin embargo, la acción requiere de financiamiento, coordinación, información, e innovación. Las soluciones son diversas (AbE, Fondos de agua, MIC, APs, ACUS, APH, etc.) y ya se implementan acciones locales que deben servir para la reflexión de todos los actores interesados en una gestión sostenible del agua en Ecuador y el mundo. En un mundo cambiante, que sufre los impactos del cambio climático, el agua es uno de los sectores prioritarios para la adaptación y también es un sector que brinda muchas oportunidades para encontrar acuerdos que permitan brindar múltiples beneficios a los pobladores y los ecosistemas acuáticos.      

lunes, 6 de marzo de 2023

Las inundaciones, más allá de la infraestructura.

La época lluviosa ha llegado al Ecuador y con ello, las inundaciones de diversas áreas tanto en las zonas urbanas como en las zonas rurales. Las inundaciones en muchos años coinciden con la presencia del fenómeno de "El Niño costero" en las costas ecuatorianas y la época invernal estacional (Diciembre-Mayo). Las inundaciones pueden provocar millones de dólares en daños, desplazar familias y destruir los medios de vida de las personas. Esta es la razón por la cual los gobiernos a nivel nacional y local han invertido miles de millones de dólares para tratar de controlar las inundaciones, especialmente en la región costa del país, y a pesar de estos esfuerzos, las inundaciones son recurrentes y vuelven a suceder en mayor o menor magnitud en cada temporada invernal. Más allá de analizar las deficiencias de los municipios y otros niveles de gobierno para manejar las inundaciones, quisiera enfocarme en analizar en un contexto más amplio del por qué ocurren inundaciones en ciertas zonas más que en otras desde una perspectiva ecosistémica. Para comprender el fenómeno de las inundaciones debemos entender como funcionan los ríos en los países tropicales y las zonas andinas. Los ríos son sistemas complejos que modelan los paisajes en los lugares en los cuales están presentes y dependiendo de su ubicación, de la cuenca en la cual se desarrollan y el volumen de precipitación que reciben pueden ser ríos temporales o permanentes. La siguiente animación muestra el cambio de curso de un afluente del río Amazonas entre 1985 y 2010 y demuestra lo dinámicos que son los ríos y por tanto, lo complejo que es tratar de "controlar" ríos de este tipo.
Animación de tributario de río Amazonas entre 1985 y 2015. Fuente: acrocanthosaurus

En Ecuador, es común encontrar, sobre todo en la Costa, ríos que en los meses secos entre junio a octubre apenas tienen agua o en algunos casos no tienen agua y son más bien convertidos muchas veces en sitios para el desecho de desperdicios, basura y aguas servidas. Estos drenajes naturales también son taponados, encausados, desviados, o incluso rellenados para dar paso a viviendas o el desarrollo de infraestructura vial o incluso parques lineales. Sin embargo, en las épocas lluviosas, estos drenajes naturales obstruidos, modificados o rellenados se convierten en el peor enemigo de las personas, ya que el agua al no tener su drenaje natural para moverse, inunda zonas en las orillas de los ríos y afecta a estas familias y sus pertenencias. Estos problemas se agudizan con la falta de planificación local y el desarrollo desordenado de barrios ligados comúnmente a la pobreza de las personas que ubican sus viviendas en estas zonas. Es importante destacar que el cambio climático puede provocar eventos extremos más frecuentes y precipitaciones más intensas que incrementan las probabilidades de que las crecidas de los ríos sean más fuertes y destructivas.

Por otro lado, desde una perspectiva de conservación de la naturaleza y funcionanmiento de los ecosistemas, los organismos acuáticos que dependen de estos ríos han desarrollado estrategias para sobrevivir las épocas secas y aprovechar las épocas de lluvia para recolonizar estos ríos y migrar río arriba para su reproducción. En este sentido, las épocas de crecida de los ríos marcan una importante señal para los organismos que dependen de los mismos. Además, las áreas de inundación naturales son fundamentales para la dispersión de semillas y el movimiento de especies acuáticas, especialmente en planicies como en la Amazonía ecuatoriana.

Es necesario, por tanto, considerar soluciones más integrales y sostenibles para el manejo de las inundaciones, que no se limiten a la construcción de infraestructura, como muros o canales. En lugar de invertir cientos de millones de dólares en la construcción de infraestructura, se deben buscar soluciones basadas en la naturaleza que fortalezcan la resiliencia de los ecosistemas y la capacidad de adaptación de las comunidades locales, considerando las condiciones ambientales, sociales, y económicas de cada lugar. 

En el siguiente mapa se pueden identificar cuales son las zonas del país que son propensas a inundaciones y cuales son áreas naturales de inundación permanente como el caso de los manglares y los bosques inundados de la Amazonía baja. La Secretaría de Gestión de riesgos también presenta un Mapa de monitoreo de inundaciones e indica los cantones que pueden verse afectados (SGR).
Zonas de inundación a nivel nacional. Rojo: Áreas inundación permanente. Anaranjado: Áreas propensas a inundaciones. Verde: Áreas inundables en épocas lluviosas. Fuente: MAE.


Las soluciones basadas en la naturaleza (SbN) propuestas por la UICN, son una alternativa efectiva y sostenible para mitigar los impactos de las inundaciones en las comunidades. A diferencia de las soluciones de infraestructura convencionales, las SbN aprovechan los procesos naturales para restaurar los ecosistemas y mejorar la capacidad de la naturaleza para resistir y recuperarse de los eventos climáticos extremos.

Una de las principales ventajas de las SbN es que son menos costosas que las soluciones de infraestructura, lo que las convierte en una opción atractiva para países como el Ecuador con limitaciones presupuestarias para la construcción de infraestructura. Además, estas soluciones no solo reducen el riesgo de inundaciones, sino que también ofrecen una amplia gama de beneficios ecosistémicos que incluyen la mejora de la calidad del agua, la reducción de la erosión del suelo y el aumento de la biodiversidad, contribuyendo a una recuperación del paisaje y otros beneficios complementarios. 

A continuación, se describen algunas soluciones basadas en la naturaleza que se pueden implementar para mitigar los impactos de las inundaciones en el país:

Restauración de humedales: Los humedales (lagunas, ríos, manglares, bofedales) actúan como esponjas naturales y pueden absorber grandes cantidades de agua durante las inundaciones. Además, estos ecosistemas proporcionan un hábitat para una gran cantidad de especies y son importantes para el mantenimiento de la calidad del agua. La restauración de los humedales, incluyendo la eliminación de especies invasoras, la plantación de especies nativas y la mejora de la calidad del agua, puede ayudar a reducir el riesgo de inundaciones. 

Creación de corredores verdes: La creación de corredores verdes, como parques y áreas verdes, bosques riparios, pueden ayudar a reducir el riesgo de inundaciones en áreas urbanas. Estos corredores pueden absorber grandes cantidades de agua y reducir el flujo de agua hacia zonas más vulnerables. Además, estos espacios verdes proporcionan una amplia gama de beneficios ecosistémicos, incluyendo la reducción de la contaminación del aire y la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.

Restauración de ríos y arroyos: La restauración de ríos y arroyos puede reducir el riesgo de inundaciones y mejorar la calidad del agua. Las prácticas de restauración pueden incluir la eliminación de obstáculos, la plantación de árboles y la creación de zonas de retención de agua. Estas prácticas no solo mejoran la capacidad del ecosistema para resistir y recuperarse de las inundaciones, sino que también proporcionan un hábitat para la fauna y la flora local.

Implementación de prácticas de agricultura sostenible: La implementación de prácticas de agricultura sostenible, como la agricultura de conservación y la rotación de cultivos, puede reducir el riesgo de inundaciones y mejorar la calidad del suelo. Estas prácticas ayudan a retener el agua en el suelo, lo que reduce el flujo de agua hacia áreas vulnerables. La incorporaciones de prácticas de manejo de suelo, zanjas de infiltración, y manejo de las áreas agrícolas, incrementa la capacidad del suelo para infiltrar y aborver el agua y reducir la cantidad de agua que escurre hacia las zonas más bajas. Estas prácticas son particularmente importantes en las zonas montañosas del país. 

En resumen, las soluciones basadas en la naturaleza son una opción sostenible y rentable para mitigar los impactos de las inundaciones. La implementación de estas soluciones no solo reduce el riesgo de inundaciones, sino que también proporciona una amplia gama de beneficios ecosistémicos. Por tanto, la planificación local debería incluir estos criterios y establecer estas zonas de manejo especial para que el desarrollo de obras viales y asentamientos humanos consideren estas soluciones al momento de su implementación. 

Les recomiedo la lectura de los siguientes que detalla este fenómeno en España y Colombia:
"Sorprendentemente las zonas inundables... se inundan." El Mundo España.

"Las inundaciones: de proceso natural a catástrofe humana." UN Periódico. Universidad Nacional de Colombia. 

Calles, J. (Fecha de visita). Las inundaciones, más allá de la infraestructura. Obtenido de: https://agua-ecuador.blogspot.com/2017/05/las-inundaciones-mas-alla-de-la.html Blog El Agua en el Ecuador.

domingo, 24 de enero de 2021

El cambio climático, nuestras decisiones y capacidad de adaptación

La historia climática del planeta Tierra ha experimentado múltiples cambios a los largo de miles de millones de años, desde su formación han ocurrido grandes cambios de temperatura y precipitación que permitió el desarrollo de increíbles ecosistemas y especies como los dinosaurios. Han sido estos múltiples cambios que permitieron almacenar grandes cantidades de biomasa que se convirtió en petróleo y gas natural en procesos que tomaron millones de años. La dinámica climática del planeta ha determinado la aparición y extinción de miles de especies que han moldeado los ecosistemas alrededor del mundo. Pero es desde el aparecimiento del hombre moderno (Homo sapiens sapiens) cuya alta capacidad de adaptación a las condiciones ambientales le permitió colonizar todos los continentes y expander su población hasta alcanzar los 7,8 billones de humanos en la actualidad (2021). Sin duda, un factor clave para la explosión demográfica humana ha sido la estabilidad climática de los últimos 11 700 años aproximadamente, una vez que terminó el último periodo glacial. Dicha estabilidad climática permitió que las comunidades humanas desarrollaran la agricultura en algunos lugares de Siria, China y el nuevo mundo hace aproximadamente 10 000 años. El desarrollo de la agricultura permitió a su vez la domesticación de los animales alrededor del mismo periodo que coincidió con el uso de las especies vegetales para la agricultura.

Si bien la agricultura marcó un hito en la historia de la humanidad, la población humana se mantuvo pobre y con un crecimiento bajo hasta el año 1800 cuando la población total era de apenas 0,8 billones de habitantes en todo el planeta.
Crecimiento poblacional entre 12000 A.C y proyección al 2100. Fuente: Roser y Ortiz-Ospina (2017).
Pero sin duda, el uso del carbón y la extracción de petróleo a gran escala que inicio alrededor de 1850, ha definido el desarrollo, crecimiento económico y la historia de la humanidad hasta nuestros días. El alto potencial energético del petróleo permitió el desarrollo de industrias, transporte, generación eléctrica, e industrias químicas relacionadas que permitieron fabricar fertilizantes y pesticidas y miles de productos de consumo diario. Es así que el siglo 20 fue el del petróleo y su consumo masivo permitió en parte que la población humana crezca hasta alcanzar los 4,4 billones en 1990 y en el 2021 7,8 billones, con una proyección para alcanzar los 11,2 billones a finales el siglo 21.

A pesar de los grandes beneficios que el petróleo trajo a la humanidad en el último siglo, un efecto indirecto es el aumento del CO2 en la atmósfera, que está relacionado al aumento de la temperatura, con repercusiones globales, llevando a que en la actualidad, el cambio climático sea uno de los problemas más serios que debe enfrentar la humanidad. La adaptabilidad de la especie humana a las condiciones climáticas corre peligro por su alta dependencia de los combustibles fósiles y la alteración de los patrones climáticos que determinan nuestra capacidad de produccir suficiente alimento para toda la humanidad. Al año 2020, a pesar de los esfuerzos globales por cambiar la matriz energética, la dependencia del carbón, petroleo y gas natural para mantener el planeta en movimiento sigue siendo alta (Link).  


En este escenario, el cambio climático está finalmente relacionado a las decisiones que tomamos todos los días de acuerdo a nuestros patrones de consumo como individuos y como sociedades y a nuestra capacidad de adaptarnos a las nuevas condiciones climáticas. Desde nuestras decisiones diarias se pueden resolver problemas que, en general, esperamos las resuelvan los gobiernos o las empresas. El cambio climático nos pone frente a desafíos ante los cuales debemos sacrificar parte de la comodidad alcanzada a pesar de la gran inequidad en el acceso a los recursos, bienes y servicios aún presente. En este contexto, quisiera reflexionar sobre algunos temas que influyen en el cambio climático, que definen nuestros patrones de consumo y determinan nuestra capacidad de adaptación.

1) Subsidio a los combustibles fósiles
 Los subsidios en la economías permiten mantener determinados equilibrios que en teoría deberían ser temporales o ayudar a los más débiles en una sociedad. Sin embargo, en el caso del Ecuadr este tipo de subsidios a los combustibles terminan beneficiando en general a las personas con un mayor nivel de ingresos y con alta capacidad adquisitiva. Y al no tener una temporalidad definida, su revisión puede provocar fuertes reacciones sociales como las ocurridas en Ecuador en octubre de 2019. En términos de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, dichos subsidios han permitido que el reemplazo de vehículos a gasolina o diesel por vehículos eléctricos, por ejemplo, sea un proceso que tomará mucho tiempo debido al bajo coste de los combustibles fósiles, por tanto, manteniendo o incrementando las emisiones de GEI del sector transporte. Otro caso anecdótico en Ecuador representa el subsidio al gas de consumo doméstico, cuyo precio oficial de $1,60 que en muy pocos lugares se respeta y que beneficia a los distribuidores en ciudades como Quito o Guayaquil que pueden cobrar hasta $3,50 por cada tanque de 15 Kg. Las consecuencias de esto son claras, no hay un incentivo para reemplazar cocinas a gas por eléctricas, o reemplazar calefones a gas por sistemas de calentamiento de agua solares. Al final del día, la decisión del consumidor será mantener lo que le cuesta menos y poco incentivo tenemos para reemplazar los poco eficientes calefones por calentadores solares por ejemplo. Mientras esos subsidios se mantengas poco interés generará  en el consumidor cambiar por alternativas menos contaminantes y con menores emisiones de gases de efecto invernadero. Estos subsidios impiden la innovación para la generación de energía con fuentes alternativas como la solar. 

2) Comodidad
A pesar de todas las malas noticias que vemos a diario en cada noticiero o en las redes sociales, el petróleo, principalmente, ha permitido que disfrutemos de un nivel de comodidad pocas veces disfrutado por ninguna generación de humanos en el pasado. A pocos clicks podemos adquirir cuanto producto deseamos y traerlo del otro lado del mundo, claro está que cada click tiene su carga de emisiones en todo el proceso de compra, desde las emisiones que generan dichos productos, su transporte y su reciclaje, en el mejor de los escenarios. Esta comodidad de la que disfrutamos también hace posible que compremos chocolates de Suiza con cacao que se envía de Ecuador y una huella de carbono muy alta. El chocolate es solamente uno de los mucho ejemplos de la comodidad de disfrutar de productos que hasta hace algunas décadas no se podían encontrar en nuestro país. Esto ha hecho que ahora sea más cómodo y económico adquirir manzanas de Chile o California que las cultivadas en el centro del país. Claro está que los bajos precios del transporte permite que esto ocurra y las emisiones de gases que esto genera y de lo cual muy pocas veces estamos conscientes cuando adquirimos un producto en un mercado o supermercado.

Últimamente hay una creciente preocupación por otro de los subproductos del petróleo, quizá uno de los más útiles y versatiles que se fabrican, los plásticos. Los plásticos inundan los basureros y rellenos sanitarios y en gran parte son plásticos de un solo uso como botellas, sorbetes, contenedores, fundas, tenedores que los usamos comodamente por unos pocos minutos y los desechamos sin medir el impacto de las emisiones que generan en todo su proceso de fabricación y reciclaje, si ocurre. Esta comodidad alcanzada es difícil de romper o sacrificar, a pesar de muchos esfuerzos que se realizan a diario por personas y organizaciones alrededor del mundo. 

En nuestra manos está rechazar todos aquellos productos plásticos innecesarios ya que el reciclaje no es siempre la mejor opción ya que la mayoría de los plásticos no son reclicados y terminarán en un relleno sanitario por cientos de años.

3) Políticas públicas
En términos generales, las políticas públicas locales guían en gran medida nuestro comportamiento como consumidores. Leyes débiles, sistemas de control poco eficientes, normas obsoletas, subsidios mal entendidos, provocan que se incentiven, a propósito o no, patrones de consumo de productos con altas emisiones que contribuyen al cambio climático. Y sobre este tema, nuestras decisiones sobre a quiénes escogemos como nuestros representantes también tiene consecuencias sobre el cambio climático. Se convierte en una obligación informarnos más, participar más, preguntar más y presionar más a las autoridades para que las políticas públicas consideren seriamente el cambio climático en cada decisión que se tome.     

Por tanto, el cambio climático no es un problema lejano ni que se resolverá en cumbres políticas interminables sino desde la reflexión individual, el conocimiento del problema y nuestra capacidad de tomar decisiones todos los días que no estén condicionadas a lo que los grandes contaminadores determinan. Cada uno puede optar por consumir productos locales, viajar menos en vehículos privados, rechazar plásticos innecesarios y sobre todo, tener claro que el cambio climático tiene mucho que ver con nuestras decisiones diarias.   

miércoles, 22 de marzo de 2017

El agua. ¿Recurso renovable ilimitado?

Hoy, como cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, y parece que cada día la disponibilidad del agua es un tema que cobra mayor relevancia en la planificación local y en el desarrollo de los países. El agua es un recurso clave para el desarrollo de las comunidades, industrias y países, sin embargo, su escasez o exceso causa estragos en las vidas de los pobladores de la diversas regiones del mundo. Desde inicios de este año, las lluvias que se presentan en en centro y norte de Perú y en la costa ecuatoriana están produciendo graves consecuencias sobre la infraestructura y los medios de vida locales. De acuerdo a especialistas peruanos este fenómeno se lo ha denominado como El Niño Costero, ya que las lluvias se originan por un calentamiento del Océano Pacífico en las costas de Perú y Ecuador. Por otro lado, en países como Somalia la sequía de los últimos meses ha provocado la muerte de decenas de personas y pone en riesgo de hambruna a miles más.

Esta contradicción en la disponibilidad del agua en diversas regiones ha llevado a plantearse si la velocidad de renovación del agua en los diversos lugares ha alcanzado su límite y si se ha superado la capacidad de los ecosistemas naturales para regular el ciclo hidrológico. Por esta razón, en algunos casos se ha llegado a plantear que el agua es un recurso no renovable debido a que la velocidad a la cual retorna el agua a un determinado lugar es menor a la velocidad con la que se extrae el recurso. Esto es claro en el caso de los acuíferos subterráneos, en especial en aquellos ubicados en zonas desérticas, por lo que se considera como agua no renovable a escalas de tiempo humano, ya que lograr que dichos acuíferos vuelvan a llenarse puede tomar miles de años. Bajo estos argumentos el agua debería ser considerado un recurso no renovable, considerando sobre todo el tiempo de renovación.

Por otro lado, el agua se considera un recurso renovable ya que gracias al ciclo del agua, la cantidad de agua presente en el planeta se ha mantenido constante por miles de millones de años. Que la cantidad total de agua disponible a nivel mundial sea igual, no significa que los lugares en los que se encuentra almacenada hayan permanecido inalterados. El agua almacenada en aquíferos o glaciares ha cambiado a lo largo de la historia del planeta. Durante los periodos glaciares grandes zonas que en la actualidad son habitables, se encontraban bajo gruesas cubiertas de glaciar. Por tanto, es importante analizar algunas de las principales causas que limitan la renovación de la disponibilidad de agua a nivel global y sus repercusiones a nivel local.

Límites de la renovación 
1) Crecimiento poblacional
En el planeta habitamos un total de 7 mil 492 millones de personas (Worldodometer) y se calcula que para el año 2050 se alcance los 9 mil millones de habitantes. El crecimiento poblacional es el gran limitante en la capacidad de un sistema o de un ciclo como el del agua, que necesita de tiempo para su funcionamiento. Cuando las demandas locales de agua son mayores a la capacidad del sistema para recircular el agua, es inevitable que ocurra escasez de agua en una región determinada. Esta alta presión sobre el agua es directamente proporcional a la cantidad de personas que habitan en una región. Zonas del mundo como el sudeste asiático, China, India, tienen una baja disponibilidad de agua debido a la cantidad de personas que habitan en estos lugares. Otras zonas como el África Norte y subsahariana tienen una baja disponibilidad natural de agua debido a la poca precipitación que reciben. Por otro lado, en promedio países como Brasil, Ecuador, Colombia o América en general, tienen una mayor disponibilidad de agua por habitante. Por esta razón, la demanda de agua para suplir las necesidades de las personas limita la capacidad de los sistemas de mantener el agua como un recurso renovable en diversas regiones del mundo.
Fuente: Aquabook y WRI (2000).
2) Contaminación
Uno de los mayores problemas a nivel mundial es la contaminación del agua. La contaminación cada vez es más extendida y alcanza zonas como las fosas submarinas en donde se han encontrado restos de productos químicos en los sedimentos acumulados en estos lugares y en los organismos que habitan en estas profundidades. Esto es un ejemplo de la magnitud de la contaminación del agua a nivel mundial que alcanza lugares que no son habitados por el hombre pero que debido a la circulación global de los oceános, y los vientos llega a lugares antes no imaginados. Sin duda, la contaminación de origen orgánico o inorgánico es otro limitante para la renovación del agua. Ríos con aguas contaminadas como el Machángara, Cutuchi, Chibunga, Amarillo, y otros a nivel nacional, demuestran que la contaminación limita el acceso al agua en dichos lugares o hace que se utilice agua con altas concentraciones de contaminantes.
Quebrada contaminada Valle de los Chillos. Foto: Juan Calles L.
3) Degradación de los ecosistemas
Un componente fundamental en el funcionamiento del ciclo del agua en los ecosistemas terrestres es el estado de conservación de los ecosistemas. Es conocido que tanto los páramos como bosques juegan un rol fundamental en regular tanto la calidad como la calidad del agua. Sin embargo, en Ecuador entre el año 2008 y 2014 se perdieron un total de 47 497 hectáreas de bosque por año (MAE, 2015). Las consecuencia de la deforestación y degradación de los bosques se reflejan en cambios en los patrones locales de precipitación, reducción en la capacidad de regulación del ciclo del agua, aumento de deslizamientos, inundaciones más frecuentes y pérdida de biodiversidad asociada a estos ecosistemas. Consecuentemente, el deterioro de los ecosistemas limita el funcionamiento del ciclo del agua y afecta la disponibilidad de agua en cantidad y calidad suficientes para el uso y consumo a nivel nacional.
Cobertura y uso de la tierra en el Ecuador Continental. Fuente: MAE-MAGAP-2014
5) Cambio climático
Finalmente, el cambio climático como un fenómeno global, está afectando las corrientes marinas, aumenta la temperatura superficial del mar y por tanto afecta la cantidad de agua que precipita en las diversas regiones del país. Si bien, como ya se ha mencionado, la cantidad de agua disponible globalmente es la misma, la cantidad de agua presente a nivel local puede verse alterada por este fenómeno climático. De esta manera, el cambio climático se suma a la serie de factores previamente mencionados que afectan la renovación del agua a diferentes escales espaciales y temporales.

El mantenimiento de la calidad y cantidad de agua a nivel local será un reto que se debe enfrentar en los próximos años considerando las condiciones actuales y futuras del clima y del uso del agua que damos a nivel mundial.

Citar como: 
Calles, J. (Fecha de visita). Monitoreo de la calidad y cantidad del agua. Obtenido de: http://agua-ecuador.blogspot.com/2017/03/el-agua-recurso-renovable-ilimitado.html Blog El Agua en el Ecuador.

lunes, 24 de octubre de 2016

Los nuevos contaminantes del agua

La contaminación del agua es una de las mayores preocupaciones para la gestión del agua alrededor del mundo. Las fuentes de contaminación, al igual que las actividades que lo producen, se han multiplicado en las últimas décadas. En los años el total de químicos producidos a nivel mundial se ha incrementado notablemente, cada día se crean aproximadamente 15000 nuevos químicos (Shane, 2014). La industria química mundial crea cada año nuevos compuestos que son utilizados en la agricultura, medicina e industria en general. De acuerdo a la Sociedad Química Americana (CAS) en la actualidad (oct 2016) existen un total de 122 397 550 sustancia químicas orgánica e inorgánicas. En muchos casos, estos nuevos químicos han permitido mejorar nuestra calidad de vida o ayudar a curar algunas enfermedades. Sin embargo, no se cuentan con análisis extensivos sobre los efectos de todos estos productos sobre los ecosistemas, ya que finalmente, los productos o subproductos de estos químicos terminan en las plantas de tratamiento de aguas residuales o son vertidos directamente en los ríos, lagos y océanos del mundo. Aún en países en los cuales existen plantas de tratamiento de aguas residuales, muchos de estos químicos no logran ser eliminados en el proceso de tratamiento. Al tratarse de miles de productos y subproductos que entran en el agua todos los días, la evaluación de sus efectos sobre los ecosistemas acuáticos y la biodiversidad acuática es compleja, costosa y difícil de evaluar por la limitación de la información disponible. Esto nos enfrenta a una nueva realidad sobre como evaluar la nueva contaminación de contaminantes emergentes.
Antibióticos
Los antibióticos han permitido salvar la vida de millones de personas a nivel mundial desde su descubrimiento. Sin embargo, su uso excesivo está provocando la resistencia de las bacterias a muchos de los antibióticos tradicionales. En parte, el incremento de la resistencia se debe al incremento en su uso. Entre 2000 y 2010, el uso global de antibióticos se incrementó en un 30%. Su uso se da tanto para consumo humano como en la ganadería, solamente en el año 2010, China utilizó 15 000 toneladas de antibióticos en esta industria (Scientific American, 2015). La evaluación de los efectos de los antibióticos sobre las comunidades acuáticas es compleja. Se estima que el 80% de los antibióticos pasan por el cuerpo y terminan en los cuerpos de agua. El consumo global de antibióticos puede superar las 250 000 toneladas por lo que la entrada de estos productos puede alterar las baterias presentes naturalmente en los cuerpos de agua llevando a mutaciones y a crear bacterias resistentes  (Gillins, 2015).

Microplásticos
Otro de los considerados contaminantes emergentes está relacionado a la industria cosmética. En esta industria, el uso de microplásticos (microbeads) se ha generalizado y se usan en productos como pasta de dientes, shampoo o exfoliantes usados por millones de personas a nivel mundial. Algunos de los plásticos presentes en estos productos son polietileno (PE), polipropileno (PP), tereftalato de polietileno (PET), polimetacrilato de metilo (PMMA) y restos de nylon. Afortunadamente campañas globales como las llevadas por organizaciones como "Beat the microbeads" y otras han logrado que muchas industrias de cosméticos retiren de sus productos los microplásticos. El PNUD reconoce en su informe del 2016 sobre Temas emergentes de preocupación ambiental el problema de los microplásticos y otros plásticos para las cadenas tróficas. 

 
¿Qué podemos hacer?
La contaminación es un problema que nos afecta a todos y es una responsabilidad reducir la cantidad de químicos que enviamos al ambiente. Nuestra responsabilidad como consumidores radica en informarnos sobre el tipo de productos que consumimos en la actualidad. Cuando adquirimos un shampoo o algún producto de limpieza para nuestras casas debemos considerar los compuestos de cada producto. Aunque puede resultar complejo inicialmente, la información disponible nos permitirá con el tiempo evitar la compra de productos que contengan, por ejemplo, microplásticos, comunes en jabones o shampoos.
En la industria ganadera se puede reducir el consumo de antibióticos y así evitar su ingreso a los ríos, lagos y océanos que afectan las comunidades biológicas acuáticas.
Informarnos sobre los productos que consumimos es la principal medida que los ciudadanos podemos tomar para enfrentar temas de contaminación ambiental como la de los contaminantes emergentes. Así que la próxima vez que compres un shampoo o jabón, es importante fijarse en sus componentes.

Los desafíos técnicos
El ingreso de miles de químicos en el ambiente cada año implica no solo un gran problema para los ecosistemas acuáticos y la salud de las personas, sino también un tremendo desafío para los laboratorios locales para poder analizar estos productos a nivel local. Además, implica la construcción de nuevas reglamentaciones y actualización de las normas de calidad del agua disponibles para el país.  
Por otro lado, la evaluación de los efectos sobre la biodiversidad, la bioacumulación en los organismos y los impactos sobre la salud humana, son temas para el desarrollo de múltiples estudios a nivel nacional. 
Los sistemas de tratamiento de agua para consumo humano tradicionales tendrán que ser rediseñados para evitar que productos farmacéuticos, hormonas y demás químicos ingresen en los sistemas de agua potable, sobre todo, considerando los niveles de contaminación presentes en las fuentes de agua.

Links de interés 
Riesgos para la salud de los químicos.
La química de la contaminación del agua.
Campaña contra microplásticos.
Superbacterias en el agua
Antibióticos en el agua

Citar como:
Calles, J. (Fecha de visita). Los nuevos contaminantes del agua. Obtenido de: http://agua-ecuador.blogspot.com/2016/10/los-nuevos-contaminantes-del-agua.html Blog Agua en el Ecuador.