jueves, 23 de agosto de 2012

Los bosques y el agua

Seguramente han escuchado, leído o les han contado que los árboles atraen el agua o producen agua. Esta es una afirmación casi generalizada cuando se habla de los árboles y bosques y su relación con el agua y en la creencia general casi se toma como un hecho. Sin embargo, este tema tiene que ser analizado y comprendido en todas las dimensiones para entender como los árboles usan y regulan el ciclo hidrológico. 
La FAO en su publicación 155 "Los bosques y el agua" señalan que "la investigación de hidrología forestal de hoy señala que la idea de que más árboles es igual a más agua (que inspiró la mayor parte de la política forestal e hidrológica) se basa en una concepción incorrecta del ciclo hidrológico en los ecosistemas forestales que, en realidad, consumen una gran cantidad de agua". La aplicación literal de "más árboles es igual a más agua" ha llevado a comenter errores grandes en los ecosistemas del mundo. En el Ecuador, la introducción de pinos en ecosistemas naturalmente ausentes de pinos ha mostrado un cambio en la disponibilidad de agua en esas cuencas como lo ha demostrado estudios realizados en el austro ecuatoriano.

Revisaremos algunas preguntas que pueden ayudar a aclarar este tema.

1) ¿Los bosques producen agua?
No, al igual que todos los organismos vivientes los árboles consumen agua. Dependiendo de la ubicación latitudinal y altitudinal de los árboles pueden consumir más o menos agua. Un árbol ubicado en el bosque húmedo tropical amazónico consume más agua que uno ubicado a 2000 metros en los andes. El consumo de agua depende también de la edad del árbol, los árboles en crecimiento consumen más agua que los árboles maduros. Comparativamente, los bosques consumen más agua que los pastos. El consumo de agua por parte de los bosques depende de la precipitación y temperatura donde se ubiquen los bosques. 

2) ¿Los bosques mejoran la calidad del agua?
Si, con algunas limitantes. Los bosques al mejorar la cobertura del suelo y retener con sus raíces el suelo, reduce la entrada de sedimentos en los cuerpos de agua, ayuda a aumentar la infiltración y por tanto reduce la velocidad de ingreso del agua proveniente de la lluvia a los ríos. En las zonas de recarga de acuíferos es fundamental mantener la cobertura boscosa para facilitar la infiltración del agua hacia los acuíferos.  Otro de los beneficios de la conservación de los bosques, especialamente los de ribera, es la protección de los cauces de los ríos, su presencia evita la destrucción de las orillas, funciona como un filtro de nutrientes provenientes de áreas de cultivos y es un refugio para las especies silvestres.

3) ¿Cómo ayudan los bosques a regular el ciclo hidrológico?
Como premisa, la presencia de bosques maduros siempre ayudarán a mantener en mejor condición la regulación de agua en las cuencas, ya que su desarrollo histórico se ha adaptado a las condiciones ambientales de la cuenca. Por esta razón, es mejor prevenir que lamentar, en los lugares en los cuales se mantiene la cobertura de bosques es mejor conservarla ya que los procesos de reforestación pueden provocar efectos adversos a los que se quieren lograr.  La mejor manera como aportan los bosques a regular el ciclo hidrológico es a través de la infiltración del agua hacia el subsuelo, además aumentan la superficie de absorción de agua y neblina con sus ramas y hojas. Estos procesos son especialmente importantes en los bosque nublados de los Andes. 
Bosque y neblina en el río Quijos
Por tanto, cuando se planteen programas de reforestación se deben considerar las consecuencias que las plantaciones pueden tener sobre el ciclo hidrológico. Hay que recordar que una plantación forestal en monocultivo NO es un bosque. Los bosques tienen valores muy altos de biodiversidad, lo cual no se puede comparar con un monocultivo de árboles. La conservación y manejo sustentable de los bosques debe considerar como un eje prioritario su relación con el ciclo hidrológico.