El Día Mundial del Agua es una celebración anual que se lleva a cabo cada 22 de marzo y fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, con el objetivo de concienciar sobre la importancia del agua dulce y la gestión sostenible de este importante recurso. Cada año, el Día Mundial del Agua se centra en un tema específico relacionado con el agua. Este año se centra en Acelerar el cambio, con el objetivo de que la población reflexione sobre los desafíos y oportunidades en la gestión del agua. Este día también se utiliza para concienciar sobre los desafíos que enfrenta el planeta en cuanto a la gestión del agua, como la escasez de agua, la contaminación del agua y el cambio climático y para que la sociedad civil, los tomadores de decisiones, gobiernos y demás involucrados se involucren en el cuidado del agua y los ecosistemas que regulan su ciclo.
Si bien a nivel mundial hay avances importantes en cuanto al acceso al agua, millones de personas todavía sufren por contar con agua segura cada día, y Ecuador no es la excepción. Según datos del ARCA, en el año 2020, la cobertura promedio de agua potable fue de 79,28% (66-8% dependiendo de la zona) Por lo que para acelerar el cambio para mejorar la gestión y cobertura del agua, todavía queda un largo camino por recorrer, y quisiera compartir algunos de los desafíos que se deben considerar para su gestión.
1.- Sequías e inundaciones: En el escenario actual, el cambio climático puede intensificar los eventos climáticos extremos, como las sequías e inundaciones, lo que puede afectar directamente la disponibilidad de agua para las comunidades y la agricultura. En Ecuador, el cambio climático puede aumentar la frecuencia e intensidad de estos eventos, lo que puede tener graves consecuencias para la seguridad alimentaria y la economía del país. Las recientes lluvias han demostrado la alta vulnerabilidad de la infraestructura del país para soportar lluvias intensas, con destrucción de carreteras, puentes, viviendas y las pérdidas económicas y de vidas que esto ocasiona.
2.- Degradación de los ecosistemas acuáticos: El cambio climático y la alta presión (contaminación, deforestación, ampliación de la frontera agrícola, minería, etc), a la que están sometidos los ecosistemas acuáticos también afectan la calidad del agua y la salud de los ecosistemas acuáticos en Ecuador. Las altas temperaturas pueden aumentar la proliferación de algas tóxicas y bacterias dañinas en los cuerpos de agua, lo que puede ser perjudicial para la salud humana y la biodiversidad. Además, la deforestación y la degradación del suelo pueden contribuir a la erosión del suelo y la sedimentación de los ríos, lo que puede afectar la calidad del agua y la vida acuática. Existen ejemplos claros de esta problemática a nivel nacional que complica una gestión adecuada de los recursos hídricos.
Relave minero en Zaruma.
3.- Limitada coordinación y cooperación: En Ecuador persiste este desafío con una escasa cooperación y coordinación entre los diferentes actores involucrados en la gestión del agua en los diferentes niveles de gobierno. La gestión del agua implica a múltiples actores, como gobiernos locales, empresas, comunidades y organizaciones no gubernamentales. La falta de coordinación y cooperación entre estos actores puede dificultar la implementación de políticas y proyectos relacionados con la gestión del agua. La ley de recursos hídricos aprobada en 2008 no ha logrado concretar sus objetivos y ya se trabaja en una reforma que se está discutiendo en la actualidad, reflejando esta falta de cooperación para poner a funcionar temas claves como el caudal ecológico, la revisión de las autorizaciones de uso del agua o la mejora en la gestión de los sistemas de riego y agua para consumo humano.
4.- Financiamiento: A pesar de las grandes inversiones desarrolladas en la década anterior. El sector de agua y saneamiento todavía mantiene un desafío en la falta de financiamiento para proyectos relacionados con la gestión del agua, si bien la cobertura de servicio de agua potable ha mejorado en Ecuador, temas como el financiamiento de plantas de tratamiento de aguas residuales todavía no se logra corregir a la escala deseada. La inversión en proyectos de gestión del agua es clave para asegurar un suministro de agua adecuado y sostenible a largo plazo. Sin embargo, la falta de recursos financieros es uno de los principales obstáculos para la implementación de proyectos de gestión del agua en Ecuador y sobre todo asegurar a largo plazo el financiamiento para operar y mantener sistemas que pueden ser costosos en el tiempo.
5.- Uso eficiente del agua: Para abordar este desafío, se necesitan políticas y estrategias adecuadas para la gestión del agua, incluyendo la implementación de tecnologías y sistemas eficientes de riego, la promoción de prácticas de conservación del agua y la construcción de infraestructuras como presas y sistemas de almacenamiento que consideren la condiciones socio ambientales de cada región. Además, es importante fomentar la educación y conciencia sobre el uso responsable del agua entre la población. Adicionalmente, se requiere fortalecer los sistemas de monitoreo de la calidad y cantidad de agua a todo nivel para poder realizar una gestión adecuada del recurso con información de primera mano y actualizada.
6.- Innovación e infraestructura: La falta de infraestructura y tecnología adecuadas para la gestión del agua es otro desafío importante en Ecuador. La mayoría de las comunidades rurales y algunas urbanas carecen de acceso a infraestructuras básicas de agua, como sistemas de tratamiento de agua potable y alcantarillado. Para abordar este desafío, se necesitan inversiones en infraestructura y tecnología para la gestión del agua, como sistemas de tratamiento de aguas residuales, sistemas de riego eficientes y sistemas de recolección y almacenamiento de agua de lluvia. Además, es importante promover la colaboración y la coordinación entre diferentes actores involucrados en la gestión del agua.
Sin duda, acelerar el cambio a todo nivel es necesario para que la gestión del agua mejore en Ecuador y el mundo. Abordar los diversos desafíos y retos pendientes por solucionar requerirá un compromiso de todos los actores sociales e institucionales. Llamar a la acción parece obvio, sin embargo, la acción requiere de financiamiento, coordinación, información, e innovación. Las soluciones son diversas (AbE, Fondos de agua, MIC, APs, ACUS, APH, etc.) y ya se implementan acciones locales que deben servir para la reflexión de todos los actores interesados en una gestión sostenible del agua en Ecuador y el mundo. En un mundo cambiante, que sufre los impactos del cambio climático, el agua es uno de los sectores prioritarios para la adaptación y también es un sector que brinda muchas oportunidades para encontrar acuerdos que permitan brindar múltiples beneficios a los pobladores y los ecosistemas acuáticos.