domingo, 10 de agosto de 2014

Ganadería, páramos, agua y cambio climático

Pensar en estos 4 factores juntos hacen de antemano temer consecuencias no muy favorables para el medio ambiente. La ganadería en la mayoría de sus formas es responsable del cambio de uso de suelo en todos los ecosistemas del Ecuador. Las zonas costeras de Manabí y Esmeraldas, las estribaciones andino amazónicas, los valles andinos y ultimamente los páramos se han convertido en el espacio para el desarrollo de la ganadería a diferentes escalas y formas de manejo. 

Además del cambio del uso del suelo, de bosque o ecosistemas naturales a pastizales, las preocupaciones relacionadas a la ganadería están relacionadas al aumento de sedimentos en los ríos, contaminación por coliformes fecales, pisoteo y compactación del suelo, generación de gases de efecto invernadero entre los efectos más importantes. 

De todos los ecosistemas mencionados uno sobre los cuales existe una mayor preocupación son los páramos andinos. En el Ecuador, en los últimos años existe una tendencia creciente a implementarse sistemas ganaderos en los páramos sobre los 3500 metros de altitud. Esta tendencia puede tener consecuencias adversas sobre este ecosistema pero puede ser la medida de adaptación al cambio climático que las comunidades locales están adoptando. Cuando pensamos en medidas de adptación al Cambio climático, la ganadería en los páramos debería ser la última o desde una perspectiva más fuerte de conservación no debería haber ganadería a esta altitud. Sin embargo, hay algunas razones que explican el porque las comunidades han adoptado esta actividad para adaptarse al cambio climático.
Actividad ganadera en los páramos de Tungurahua. Foto: Juan Calles L.
1) Estabilidad de precio de la leche
La producción agrícola tradicional en los páramos de productos como papas, ajo, cebolla, ocas, etc. está muy condicionada a las variaciones de precio en el mercado. En muchos casos los agricultores no logran cubrir los costos de producción y los rendimientos son muy inestables debidos al clima y la disponibilidad de agua. A diferencia de estos productos, el precio de la leche se ha mantenido estable en los últimos años y debido al incremento de la clase media ecuatoriana, los niveles de consumo de lácteos se ha incrementado. Esto posibilita al campesino de los páramos a recibir un precio estable por la venta de la leche cada quince días o semanalmente. A pesar de los bajos rendimientos registrados en estas zonas, la estabilidad del precio ha provocado que los productores locales cambien sus cultivos agrícolas por pastos para ganadería de leche. Los campesinos prefieren mantener una actividad con ingresos seguros a lo largo del tiempo.  

2) Menor requerimiento de mano de obra
Contrario a lo que se necesita para el cultivo de productos agrícolas, la producción ganadera requiere en promedio menor de mano de obra para su desarrollo. Los productores locales además indican una menor disponibilidad de mano de obra para las labores agrícolas lo que también ha llevado a cambiar la agricultura por la ganadería. La migración de los pobladores rurales a las zonas urbanas del país dificultan conseguir suficiente mano de obra para las labores agrícolas intensivas.

3) Mayor resistencia de los pastizales a la inestabilidad climática
Los habitantes de los páramos reconocen el cambio del clima, especialmente la variación de las épocas de lluvia, lo que dificulta la planificación de la épocas de cultivo y cosecha. Esta realidad está estrechamente relacionada a la disponibilidad de agua en el páramo. Debido a los requerimientos más altos de agua en las zonas bajas, la cantidad de agua disponible en los páramos se reduce con el tiempo ya que el agua es trasvasada o transportada para su uso en zonas más bajas. En estas condiciones los pastos plantados son más resistentes a heladas y la variación climática a esta altura. Los requerimientos de agua de los pastos son menores que la de los cultivos tradicionales como las papas.

Por otro lado, además de los beneficios potenciales para las comunidades están los efectos negativos sobre las formas de producción locales.

1) Pérdida de agrobiodiversidad
Los cultivos andinos tradicionales como oca, mashua, quinua, amaranto, entre otras se están dejando de cultivar y están siendo reemplazadas por pastizales para ganadería. Este cambio en las prácticas productivas reduce el conocimiento tradicional en el manejo de las semillas de estas especies. En este contexto, los productos andinos consumidos tradicionalmente por las poblaciones locales corren el riesgo de perderse o reducir su producción en estas áreas. Esto tendrá un efecto negativo sobre la seguridad alimentaria de los pobladores de los páramos. Esto trae como consecuencias que estos y otros productos tengan que ser adquiridos en los mercados más cercanos a las poblaciones ganaderas de páramo. 

2) Dependencia de un monocultivo
Como todo monocultivo, la elevada dependencia del ingreso económico de las familias dedicadas a la ganadería de leche se puede ver afectado de existir un cambio en la tendencia nacional de consumo de leche, cambios en la política de importaciones de leche u otras modificaciones del mercado, puede dejar a miles de familias sin su principal ingreso. 

3) Contaminación del agua
La presencia de ganado en los sitios de captación de agua para riego y consumo humano provoca el ingreso de coliformes fecales y sedimentos en estos lugares. Esto se convierte en un problema de salud pública ya que muchas comunidades de páramo consumen el agua sin ningún tipo de tratamiento.

4) Alteración del suelo del páramo
El pisoteo del ganado en las zonas de recarga hídrica y las zonas de páramo en general reducen la capacidad de los suelos para almacenar agua y regular el ciclo hidrológico. El suelo del páramo es muy frágil al pisoteo del ganado y su presencia puede alterar las condiciones físicas del suelo.

En este escenario se requiere una reflexión profunda sobre los desafíos del desarrollo de la actividad ganadera en el páramo, más aun cuando se plantean programas como la ganadería sustentable a ser implementadas en este importante ecosistema.  Es clave considerar que en los hechos las poblaciones locales se han adaptado y se adaptan a las variaciones climáticas y que sus actividades deben estar acompañadas de una asistencia técnica adecuada que no permita que los páramos pasen de pastizales naturales a pastizales cultivados con todas las consecuencias indicadas.

Dadas las condiciones climáticas actuales ¿es posible pensar en la ganadería como una Medida de Adaptación al Cambio Climático en los páramos? ¿Bajo qué condiciones? ¿Quién definirá el límite altitudinal para el desarrollo de la ganadería? ¿Los beneficios económicos compensarán la pérdida de servicios ecosistémicos?. Estas y muchas otras preguntas surgen y se requiere de información de campo sobre la cantidad de agua, tipo de ganadería, capacidad de carga y demás temas que requieren ser puntualizados para abordar este tema de gran importancia para la conservación del páramo, el desarrollo de las comunidades y el mantenimiento de la provisión de agua desde los páramos.

Agradecemos citar como: 
Calles, J. (Fecha de visita). Ganadería, páramos, agua y cambio climático. Recuperado de http://www.agua-ecuador.blogspot.com/2014/08/ganaderia-paramos-agua-y-cambio.html 

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