Como hemos descrito previamente, la calidad del agua es un tema crítico para asegurar agua en buenas condiciones para el buen funcionamiento de los ecosistemas y para garantizar la calidad del agua para las actividades humanas. Por muchos años se han realizado grandes esfuerzos por evaluar la calidad del agua a través de análisis físico-químicos y que resultan muy costosos a ejecutarse, especialmente en lugares sin acceso a laboratorios. Por ésta y algunas otras razones, se desarrolló un interés para realizar la evaluación de la calidad del agua utilizando bioindicadores acuáticos, que son especies de algas, bacterias, hongos, insectos, moluscos, o peces, cuya presencia en determinadas cantidades nos indican la calidad del agua de ríos y lagunas.
Su uso como
indicadores se basa en la adaptación de éstos organismos a las características
del hábitat acuático. Por tanto, estos organismos reaccionan a cambios en las
condiciones del río que pueden ser provocados por efectos de la contaminación.
Son sensibles a cambios en el pH, oxígeno disuelto, temperatura, conductividad,
y demás parámetros físico-químicos del agua de los ríos y lagunas. Dentro del grupo de
los macroinvertebrados acuáticos hay grupos que son más o menos resistentes a los cambios
que puede sufrir el río causados por la contaminación o algún otro tipo de
alteración física, biológica o química de las condiciones del río. Su uso como
indicadores de calidad del agua se basa precisamente en como los diferentes
grupos responden a los cambios ambientales de las condiciones de los ríos y lagunas. Los
grupos mayormente utilizados como indicadores de aguas limpias son los grupos
de los órdenes Ephemeroptera, Plecoptera y Trichoptera, por su poca tolerancia a la
contaminación y a cambios en las condiciones normales de los ríos. Mientras en el lado opuesto tenemos grupos
como Oligochaeta y algunos Diptera son muy resistentes a estos cambios, y su
presencia indica aguas contaminadas.
Río Jondachi. Ecuador. Foto: Juan Calles. |
Sin embargo, entre más información se
tenga sobre la biología de los organismos acuáticos mejor será el grado de
confiabilidad de su uso como indicadores de la calidad del agua. En ambientes tropicales los estudios sobre las cadenas tróficas de los ríos, sus relaciones con las condiciones de las riberas y la interacción con las variables físico-químicas son parámetros determinantes para conocer la respuesta de los organismos a las modificaciones ambientales en los ríos y las cuencas por las cuales drenan.
Otras
características que hacen de los macroinvertebrados buenos indicadores de la
calidad del agua de un río son:
- Les afecta las condiciones físicas, químicas y
biológicas de los ríos.
- Son sedentarios y no pueden escapar del río y
reflejan la contaminación del río a largo plazo.
- Pueden mostrar los efectos acumulativos de la contaminación.
- Son claves en las cadenas tróficas de los ríos.
- Son relativamente fáciles de identificar y muestrear
con un entrenamiento básico.
Sin embargo, existen algunas desventajas en el uso de los
macroinvertebrados, la ausencia o presencia de un organismo acuático
determinado no se puede ligar a un evento en particular de contaminación o a un parámetro específico. Por
tanto, es necesario complementar el monitoreo de macroinvertebrados con la
valoración físico-química del agua del río y de las condiciones de las zonas de ribera. Existen muchos
métodos de colección de macroinvertebrados en los ríos, que varían de acuerdo a
las condiciones del río y los objetivos del estudio.
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