En una entrada previa se presentó algunas reflexiones sobre el agua embotellada y la tendencia creciente de su consumo que va contra toda lógica de sustentabilidad. Para continuar con el análisis de este tema es importante contar con información sobre el hábito de consumo de agua embotellada de los ecuatorianos. A finales del año anterior se hicieron públicos los resultados del Censo de Población y Vivienda del Ecuador (INEC, 2010). Una de las preguntas que se realizó en el censo fue "Procedencia de agua para tomar" y las opciones de esta pregunta fueron:
1) La beben tal como llega al hogar.
2) La hierven.
3) Le ponen cloro
4) La filtran
5) Compran agua purificada
El punto 5 es sin duda el que llamó mi atención pues el agua "purificada" básicamente es agua "embotellada", osea agua envuelta en petróleo. Su consumo tiene diferentes causas a nivel de los hogares en el país. Algunas de las causas son las siguientes:
- Falta de agua de servicio público en los hogares.
- Lejanía de los hogares a las redes públicas.
- Desconfianza en la calidad del agua que reciben en sus viviendas.
- Desconocimiento de la calidad del agua.
En el siguiente mapa se puede apreciar los cantones del Ecuador y el porcentaje de hogares que consumen agua embotellada en los hogares de cada cantón.
La reflexión sobre este tema es que el consumo de agua embotelladada en ciudades como Quito o Cuenca, que tienen muy buenos sistemas de potabilización y control de calidad de sus procesos, se debe básicamente a la desconfianza en las empresas de agua y proveedores de agua en general. Han existido casos de contaminación de agua con heces fecales en algunas ciudades del Ecuador. Esto ha provocado que la población cada día consuma agua embotellada a pesar de contar con agua de buena calidad y segura en sus hogares.
También tenemos el otro extremo, poblaciones que carecen de todo tipo de potabilización y que reciben "agua entubada" es decir agua sin tratamiento y que en muchos casos contiene contaminantes orgánicos e inorgánicos. Y son precisamente las poblaciones más pobres del país las que no cuentan con sistemas eficientes de desinfeccion y tratamiento de agua. En estas poblaciones se requiere un esfuerzo del gobierno central y los municipios para apoyar a las juntas administradoras de agua y a las empresas de ciudades medianas y pequeñas del país para garantizar agua de buena calidad para todos los pobladores.
Opciones para el agua embotellada
En algunos casos es suficiente la instalación de filtros caseros de carbón activado disponibles en el mercado que resultan a la larga mucho más económicos que la compra de botellones de agua que pueden llegar a costar entre 2 y 3 dólares dependiendo de la accesibilidad del sitio.
Si desconfía de la calidad del agua que llega a su hogar hiérvala por 5 minutos, esto será suficiente para eliminar cualquier bacteria que podría provocarle alguna enfermedad.
Adquiera un recipiente de plástico o metal de buena calidad para trasnporte de agua que puede costar $8.
Aprenda sobre la calidad del agua que recibe
Averigue la calidad del agua de su ciudad, poblado o localidad, solicite información en su municipio o proveedor de agua. Conoza los lugares de donde proviene el agua a su hogar. Conocer la calidad del agua permitirá que confiemos más en los proveedores de agua de nuestros hogares. Es también nuestra obligación solicitar el mejoramiento de las redes de agua que garanticen nuestra salud.
Finalmente, si las razones ambientales no le preocupan, pues de pronto si le preocupa su economía. La próxima vez que paguen su cartilla de agua fíjense en el valor que pagan, en la ciudad de Quito, por ejemplo, se paga a nivel residencial un promedio de $0,58 dólares por cada metro cúbico incluyendo gastos de administración y otras tasas, es decir $ 0,58 por 1000 litros de agua. Si comparamos esto con el valor que pagamos por el agua embotellada en botellón considerando un valor de $3 por cada 20 litros esto representa 256 veces el valor de cada litro de agua embotellada. Si compraríamos 1000 litros de agua embotellada deberíamos pagar $150.
Por otro lado está el costo ambiental del transporte de agua que en algunos casos de cientos de kilómetros al interior del país. A pesar de que un porcentaje de botellas se puede reciclar, en Ecuador una buena parte de las botellas terminan en los ríos, quebradas, y rellenos sanitarios. Los costos del manejo de estos desechos caen sobre esos municipios con poco recursos y no sobre los generadores de las botellas.