En una de las primeras entradas de este blog, presentabamos la disponibilidad de agua en el Ecuador. En esta ocasión quisiera compartir algunos conceptos sobre el Uso y Consumo de agua. En algunas ocasiones, estos términos se los usa como sinónimos, especialmente en los reportaje sobre el agua publicados por los medios de comunicación. Es crítico saber la diferencia si consideramos que en muchas ocasiones se habla sobre zonas con stress hídrico o escases de agua. Estas condiciones determinan muchas veces los lugares en donde se construyen nuevas represas o sistemas de riego.
Ciclo del agua Lo primero que debemos recordar es que el agua es un recurso renovable, afortunadamente para nosotros, es decir a través de su ciclo, el agua se mueve alrededor del planeta en cualquiera de sus tres estados, sólido, líquido o gaseoso. El agua que hoy está presente en los océanos, ríos, lagunas y seres vivos ha circulado por millones de años en nuestro planeta. Básicamente al agua que hoy tomamos es la misma agua que tomaron los dinosaurios. Sin embargo, la calidad del agua es en las últimas décadas uno de los mayores limitantes para el uso del agua.
Uso del agua
Es la cantidad de agua que tomamos de una fuente (río, laguna o acuífero) que utilizamos para nuestras actividades, especialmente en las zonas urbanas, ya sea para uso doméstico o para uso industrial. En estos casos, un gran porcentaje del agua se devuelve a los ríos, en muchos casos contaminada. Un ejemplo del consumo de agua es el que hacemos en nuestro hogares, para lavar la ropa, limpiar los pisos, ducharnos, utilizamos una cantidad determinada al mes (5-30 m3 dependiendo del hogar) de los cuales más del 95% del agua la devolvemos a través del sistema de alcantarillado y finalmente llegan a los ríos que rodean las ciudades. Esto siginifica que usamos los 5 o 30 m3 para poder realizar nuestras actividades diarias en los hogares. Esta agua puede ser reutilizada, reciclada o tratada para ser aprovechada nuevamente.
Consumo del agua
El consumo del agua se refiere en cambio a la cantidad de agua que podemos extraer de una fuente (río, laguna o acuifero) y que no se devuelve a los ríos. Esto ocurre principalmente en las zonas agrícolas en donde el agua que utilizan las plantas se devuelve a la atmósfera a través de la evapotranspiración o la evaporación directa desde un reservorio o pasan a formar parte de las plantas (agua en tallos) y por tanto esta agua no puede ser reusada, reciclada o tratada. Esta cantidad de agua simplemente retorna a la atmósfera. Este tema es especialmente crítico ya que se estima que en el mundo el 70% del agua se utiliza en agricultura, y el 50% del agu se pierde por evapotranspiración de las plantas o evaporación (WRI, 2013).
Por tanto, se requiere analizar y medir tanto el uso como el consumo del agua para tomar decisiones adecuadas en el manejo de una microcuenca. Esto es necesario considerar para el caso del Ecuador, ya que mucha del agua que se usa en actividades domésticas, industriales y agrícolas no recibe ningún tipo de tratamiento. Por tanto, al devolver agua contaminada a los ríos aumenta la posibilidad de estres hídrico por pérdida de la calidad del agua. Incluir la medición de uso y consumo del agua ayudará a una mejor gestión del agua y beneficiar a los usuarios del agua (urbanos y rurales) y a los ecosistemas que requieren agua para mantener sus funciones.